Pese a los esfuerzos dedicados a la búsqueda de la documentación relativa a las acciones que en años lejanos fueron el embrión de lo que hoy es la Cámara de las Compañías Aéreas en Argentina (JURCA), no pudimos lograrlo. Simplemente deseábamos describir los objetivos iniciales y el desarrollo, paso a paso, de aquel impulso fundacional. Seguramente en algunos archivos internos o externos existirán convocatorias, actas, comunicaciones, listados de las líneas aéreas participantes, etc., pero hemos debido aceptar que de aquellas acciones realizadas en los primeros años de la segunda mitad del Siglo XX no es factible hoy hallar registros. Dormirán en viejos archivos o, lo más probable, habrán sido destruidos.
Tenga en cuenta el visitante de esta página que en fecha cercana a la finalización de la 2da. Guerra Mundial, la aviación civil internacional se preparaba para concretar la creación de sus primeras instituciones, proyectos que, corresponde señalar, se remontan al 25 de agosto de 1919, poco tiempo después de la terminación de la Primera Guerra Mundial, cuando cinco compañías europeas se reunieron en La Haya (al momento de la firma del acuerdo fueron seis) y conformaron una unión libre, no monopólica, la Organización que bautizaron International Air Traffic Association (IATA).
En los siguientes veinte años los negocios prosperaron, impulsados por los ingresos derivados del transporte regular postal y, ya en 1944, en Chicago se celebró la Convención que el 07 de diciembre de 1944 consagró, con la presencia de 35 Compañías Aéreas, la creación de la intergubernamental Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO – OACI). Con ese auspicio y ante la necesidad de contar con otra institución que fomentara el transporte aerocomercial regular, estimulando por esa vía el comercio internacional y estableciendo para ello las reglas de cooperación y competencia, entre el 16 y el 19 de abril de 1945 se reunieron en La Habana los delegados de 31 países que crearon la Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Mientras esto sucedía en el mundo, en Argentina tres Compañías aéreas proveían servicios aéreos domésticos, Aeroposta Argentina S.A. luego Sociedad Mixta, que cubría la zona patagónica desde 1927 con los legendarios Laté 25 y Junkers JU-52 (17 pasajeros), A.L.F.A. Sociedad Mixta Aviación del Litoral Fluvial Argentino que, con hidroaviones Short Sandringham y Sunderland servia el litoral llegando a Asunción del Paraguay y Montevideo. El noroeste del país se encontraba cubierto por los servicios de la Sociedad Mixta Zonas Oeste y Norte de Aerolíneas Argentinas (Z.O.N.D.A.) receptora de algunas de las rutas operadas por la Pan American Grace Airways, con el magnifico Douglas DC-3 y los cargueros C-47, aeronaves que también fueron utilizadas por Aeroposta. Los servicios aéreos internacionales comenzaron a mediados de 1946 con la creación de la Flota Aérea Mercante Argentina (F.A.M.A.) y sus vuelos a Europa, originalmente con aviones Avro York y Douglas DC-4. En diciembre de 1950 el Gobierno Nacional fusionó las cuatro empresas mixtas creando Aerolíneas Argentinas, heredera de la experiencia operativa y comercial de las cuatro antecesoras.
Por esos años, uno de los objetivos de la IATA, la promoción del transporte aéreo regular, confiable y económico, meta compartida por la OACI, necesitaba el apoyo de una eficiente estructura internacional que se organizó y extendió a lo largo de las tres áreas en que se dividía el planeta. Uno de los aspectos a los que IATA otorgó suma importancia fue la comercialización del transporte aéreo a través de las agencias de viajes y por ello, la primera representación oficial de IATA en Argentina fue la Junta Investigadora de Agencias (AIP, Agency Investigation Panel). Al margen de esta agencia, cuya misión esencial era el control del cumplimiento de las Reglas de la Serie 0800, en especial el régimen de solvencia y de garantías, otras necesidades, probablemente de carácter comercial, favorecieron el nacimiento en muchos países de las denominadas B.A.R (Board of Airlines Representatives), cuyo carácter era informal. No obstante esta característica, eran los foros en los que las compañías aéreas intentaban armonizar las rígidas resoluciones adoptadas en las Conferencias de IATA., de Primavera y Otoño que, previo sometimiento a la aprobación de los gobiernos, regulaban mundialmente la actividad aerocomercial. En la década de los 60 la “Breaches Commission” destacaba en todos los países inspectores que vigilaban con rigor policial y severas penalidades económicas las infracciones a las reglas tarifarias.
En el período que media entre 1944 y 1978, el transporte aéreo regular internacional estuvo sometido a reglas rígidas especialmente en las modalidades de comercialización del producto. La popularidad del transporte aéreo creció al amparo del crecimiento económico universal, y, sucesivamente, por la irrupción de las aeronaves propulsadas por turbinas y las de fuselaje ancho. En los tempranos años sólo había una clase pero la incorporación de la clase económica o turista y, sobre todo, de las tarifas de excursión, promovieron una explosión de tráfico y con ella la necesidad de regular las condiciones de competitividad, especialmente en el tráfico que unía EE.UU. con Europa, sobre el Atlántico Norte. Estas rígidas regulaciones y la existencia de un organismo de control (la Breaches Commission ya citada) de las prácticas competitivas, generaron la necesidad de crear un cuerpo orgánico donde se podrían debatir los problemas que traía el nuevo escenario. Las regulaciones en materia de construcción tarifaria (la célebre Resolución IATA 014a) y la serie de las Resoluciones 021a para los tipos de conversión de tarifas a las monedas locales eran materia de constante análisis y ajuste, por lo que Aerolíneas Argentinas, desde 1951 aproximadamente, convocaba a los representantes de las Compañías aéreas que operaban en Argentina y las reuniones solían celebrarse en el 4° piso del edificio de Aerolíneas Argentinas, en Paseo Colón 185, en esa época el más alto del país. Hasta la creación de la Compañía de Bandera, el edificio, construido en 1910, había pertenecido a la Administración de los ferrocarriles británicos y en ese piso, noble boiserie de roble y una impactante mesa de la misma madera, se iniciaron las reuniones que más tarde continuarían en la incipiente Junta de Representantes de Compañías Aéreas en Argentina, JURCA (obsérvese que es la traducción de las Board or Airlines Representatives). Organizaciones colegas en Brasil y Uruguay funcionan hasta hoy con nombres similares, JURCAIB y JURCU.
Con el tiempo se fue perfeccionando el sistema, y aunque la presidencia del grupo siempre era ofrecida al transportador nacional que proveía el salón mencionado, se alquilaron oficinas en la Avda. R.Sáenz Peña al 825. Años más tarde, década del 80, la incipiente JURCA se trasladó al edificio de VARIG en la calle Carabelas 344. En el año 1982 se logró la personería jurídica en el régimen de la legislación civil, otorgada por Resolución N° 6531 (12mar82) de la Inspección General de Justicia. La historia posterior es conocida. La placidez de los años iniciales se complicó con la desregulación del transporte aéreo internacional, ocurrida en 1978, la desaparición de IATA en su papel de árbitro en materia competitiva, y la necesidad de constituir un grupo corporativo que defendiese los intereses de la Industria en todos los terrenos, fortaleció los objetivos iniciales de la JURCA y el papel de la Institución en la defensa de los intereses de la Industria, concepto que figura en primer término en el Estatuto de la actual Cámara.
En el año 1984 el Estatuto original fue modificado y contó con la aprobación de la Inspección General de Justicia, Resolución 210 del 17jun84. Refrendaron aquellos cambios los representantes de Air New Zealand, Ladeco, Aerolíneas Argentinas, Swissair, Iberia, Korean Airlines, Trans World Airlines, Venezolana Internacional de Aviación (VIASA), Aerovías Nacionales de Colombia (AVIANCA), Ecuatoriana de Aviación, SABENA, Eastern Airlines, Pan American, AeroMéxico, VARIG, Cruzeiro do Sul, Canadian Pacific Airlines, Air France, S.A.S. y AeroPerú. Otra modificación relacionada con la posibilidad de que los representantes titulares pudiesen delegar facultades en delegados alternos fue aprobada por la Resolución 398 de la Inspección General de Justicia (26may88).
Siete años más tarde fue aprobada otra modificación que posibilitaba la incorporación de las Compañías que prestaban servicios de transporte aéreo en el territorio nacional, ratificada con fecha 06dic95 por la Resolución N° 1994 de la Inspección General de Justicia.
En una Asamblea Extraordinaria realizada en septiembre 2004 fue aprobada una reforma total del Estatuto y el cambio de carácter de la Institución que se transformó en Cámara. La Resolución 1503 (26nov04) de la I.G.J. autorizó la reforma y el cambio de denominación de la hasta entonces “Junta de Representantes de Compañías Aéreas en Argentina – JURCA” por “Cámara de Compañías Aéreas en Argentina – JURCA”
Por último, en mayo de 2007, aprovechando la necesidad de adaptar el Art. 22° a una exigencia administrativa de la AFIP, la estructura orgánica de la Cámara fue actualizada y revisados sus estatutos. La Inspección General de Justicia dictó la Resolución N° 970 del 15nov07 que aprobó la reforma y el texto ordenado del Estatuto Social de la Cámara que rige en la actualidad.
Hasta aquí la sintética descripción de los escenarios que precedieron a la creación de JURCA y las referencias que pudieron obtenerse al respecto. A partir de la segunda mitad de la década de los 90 se acentuó la necesidad de ejercer con plenitud las obligaciones estatutarias, planteándose a organismos oficiales y privados las situaciones que de modo directo o potencial generaban o implicaban perjuicios a las líneas aéreas asociadas a la Cámara.
Toda esta actividad ha sido recogida en las Memorias correspondientes a cada Ejercicio, desde 1983 hasta la actualidad. Se podrá acceder a estos resúmenes haciendo clic en el botón “Memorias” del Menú Principal.